EL DESARROLLO RURAL EN MÉXICO

LOS PARADIGMAS DEL DESARROLLO RURAL EN MÉXICO.


miércoles, 29 de diciembre de 2010

EL MODELO FONDOS REGIONALES INDIGENAS

Actualmente los Fondos Regionales Indígenas funcionan como una instancia o ventanilla receptora de solicitudes de proyectos productivos, que las organizaciones o grupos concurrentes presentan para mejorar sus condiciones de vida, no han funcionado necesariamente como instancias aglutinadoras de los grupos de productores indígenas organizados, ni tampoco como espacios para discutir y planear sus proyectos con un enfoque comunitario, local o regional, sus procesos llevan otros caminos.

Por otra parte, existe poca concurrencia de otras instancias, por lo que se dificulta fortalecer técnica y financieramente los proyectos que son apoyados por los Fondos Regionales Indígenas; en este sentido, el modelo ha comenzado a desmembrarse al no contar con suficientes apoyos, toda vez que la actual política social es cada vez más estrecha, reduciéndose de manera sustancial los recursos destinados al desarrollo social por parte de la Secretaria de Hacienda.

Otra limitación del modelo es que la estructura de su base organizativa, se conformó con grupos indígenas de diferentes localidades con graves rezagos y carencias, lo cual ha llevado a los FRI a que su cobertura de atención sea excesiva en vez de intentar la consolidación productiva de los grupos ya beneficiados, contradictoriamente, las reglas de operación no permiten que un FRI apoye de manera consecutiva a una organización ya beneficiada hasta que la misma haya recuperado el monto del apoyo. (Barrón, A. 1995:219)

En este sentido, este modelo de atención, se suma al esquema neoliberal que descarga gran parte de la responsabilidad en la población indígena y en la sociedad civil para enfrentar su propia problemática; por otra parte, el modelo considera en su conceptualización la revolvencia (recuperaciones) de recursos económicos provenientes de los socios que han resultado beneficiados con un proyecto, esquema que no ha funcionado en esencia porque este modelo está diseñado como un instrumento más para reajustar los desequilibrios del mercado interno; por otra parte la cultura mercantilista no es parte de la idiosincrasia de los pueblos indígenas, en este sentido la actual estructura organizativa del Modelo  ha permitido al Estado distanciarse de los pueblos indígenas de una manera discrecional.

En teoría, el modelo de Fondos Regionales ofrece a los productores indígenas, la posibilidad de diversificar sus actividades productivas y obtener ingresos adicionales que les permiten complementar el ingreso. Se ha mantenido un crecimiento tanto en número de Fondos como del número de organizaciones o grupos de trabajo, en ese sentido ha constituido una estrategia propia de los Fondos y que ha logrado permanecer y trascender los cambios de administración.

Los diferentes actores sociales que intervienen en la operación del Programa, (funcionarios, dirigentes, técnicos, bloques de poder regional y beneficiarios) se inter relacionan dentro de una compleja red social multifactorial que va mas allá del contexto regional, dificultando que el modelo opere como está plasmado en el papel.

Dentro de los componentes metodológicos con que cuenta el modelo Fondos Regionales Indígenas, es que el capital social generado e integrado por los recursos recuperados que se encuentran en las distintas redes de organizaciones socias, se consideran para incrementar el capital social; la base social de las recuperaciones son las relaciones de confianza, reciprocidad y cooperación, este componente ha sido poco aprovechado en el desarrollo del Programa.

Persistentemente se ha hablado de desaparecer el Programa Fondos Regionales, cada administración que ha llegado al INI y actualmente a la CDI, han llegado con la intención de eliminar este programa , denostando el trabajo de los técnicos de la CDI como si ellos fueran los responsables de las fallas del modelo de atención; sin embargo cuando se dan cuenta del potencial socio político del programa, recapitulan manifestando que el programa se debe adecuar y se ven urgidos a presentar una propuesta de modificación a las reglas de operación del programa, situación que por diversos factores nunca consultan con el sujeto de atención, por otra parte, es pertinente aclarar, que el hecho de modificar anualmente las reglas de operación no significa adecuar ni rediseñar un programa o modelo de atención.

Otra constante en los FRI son los bajos índices de recuperación, debido principalmente a los bajos montos de los apoyos y a las características de los proyectos, sobre todo de aquellos que se realizan con actividades tradicionales y que no son considerados como rentables, el origen de las recuperaciones generalmente difiere según la tipología del proyecto, las cuales son escasas en los proyectos de apoyo a la producción de básicos; por otra parte los apoyos se han otorgado no pensando en que el recurso se da para un proyecto, si no para poder mitigar una urgencia.

FUENTE: Tesis MDR Ángel Espinoza, abril 2009.

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Fotografía: Sede del pueblo indígena de Mazatan, Jalisco, Mpio. de la Huerta, 2010.

martes, 30 de noviembre de 2010

IDH PUEBLOS INDIGENAS EN MEXICO

El diputado Teófilo Manuel García Corpus, presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas de la Cámara de Diputados, afirmó que el índice de desarrollo humano de algunas comunidades indígenas en México está por debajo de los pueblos más pobres de África.
En el foro de información sobre la Ley General de Consulta a los Pueblos y Comunidades Indígenas, organizado por las comisiones de Asuntos Indígenas de la Cámara de Diputados y del Senado de la República, García Corpus afirmó que en todos los rubros de desarrollo social y económico son mayores los rezagos de la población indígena.
"Cerca de 12 millones de indígenas en el país en su mayoría se encuentran en condiciones de pobreza y pobreza extrema", enfatizó.
Añadió que, de acuerdo al Informe sobre Desarrollo Humano de los Pueblos Indígenas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), más de 71 por ciento de la población indígena se encuentra en pobreza multidimensional, lo que contrasta con el 44 por ciento estimado para la población nacional.
García Corpus dijo que la prevalencia de desnutrición infantil crónica es de 38 por ciento y 72 por ciento de la población indígena no es derechohabiente de alguna institución federal de salud. En materia de infraestructura básica la tercera parte de viviendas carece de agua entubada y, más de la mitad, de drenaje.
En términos de educación, añadió que la escolaridad de este sector es apenas de 4.7 grados, mientras que a nivel nacional es de 8.5 grados; 55 por ciento de los adultos indígenas no asistieron a la escuela o no completaron la educación primaria, frente al 29 por ciento que representa la población no indígena a nivel nacional; sólo 3 por ciento completó al menos un año de educación superior, contra el 15 por ciento nacional.
Además, cuatro de cada 10 mujeres son analfabetas, frente una de cada 10 mujeres a nivel nacional y su escolaridad es de cuatro frente a 8 grados del nivel nacional; asimismo, una de cada dos jóvenes indígenas de entre 15 y 24 años de edad se dedica a las labores domésticas.
Manifestó la necesidad de contar con un instrumento jurídico que obligue al Estado mexicano a consultar, informar y comentar con los pueblos y comunidades indígenas las acciones a realizar y los resultados que impactarán en su entorno, vida cotidiana, usos y costumbres e identidad cultural.
Se busca obtener un ordenamiento jurídico que haga efectivo el ejercicio del derecho de consulta previa como instrumento para el acceso a otros derechos; con su aprobación se establecerían bases, requisitos e instrumentos jurídicos que permitirían participar en igualdad de condiciones "en el diseño de país que todos queremos construir".
El Estado, explicó, contaría con un instrumento que permita el diálogo intercultural para conocer opiniones y necesidades de los pueblos y comunidades indígenas y tomarlas como base para la elaboración de planes y programas que les afecten.
El objeto de la ley es establecer lineamientos que garanticen a los pueblos y comunidades indígenas el derecho a la consulta y establece como derecho de los pueblos y comunidades indígenas ser consultados cuando el Estado prevea medidas legislativas o administrativas que los afecten directamente y se garantice el acceso a este derecho, mediante procedimientos adecuados y a través de las autoridades e instituciones representativas de los pueblos y comunidades indígenas.
Al inaugurar el evento, el senador Andrés Galván Rivas, presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas del Senado de la República, afirmó que existen tratados internacionales signados por México, así como los Acuerdos de San Andrés Larráinzar, que hacen obligatorio legislar en esta materia
Añadió que el presupuesto se debe aplicar con orientación que respete la pluralidad étnica del país, pues se ejerce de manera transversal con visión homogénea "y necesitamos que sea con reconocimiento pluriétnico; que cada peso se aplique a cada comunidad indígena sea en función a su propia cosmovisión para tener un desarrollo con respeto pleno a su autonomía".
Indicó que se trabajará en conjunto y sin tintes partidarios para construir una ley de consulta que responda a las necesidades de este sector tan importante, "que llegará a casi a 13 ó 14 millones de indígenas".
Lo que importa, subrayó, es darles un instrumento legal a las comunidades indígenas para que tengan desarrollo con identidad y superar el atraso en que se encuentran. "Queremos dar muestra de que tenemos capacidad de hacer a un lado los intereses de partido y entender que hay un bien superior, que es el de los pueblos indígenas".
Es fundamental, continuó, conocer la opinión y comentarios, experiencia y conocimiento en el tema de los principales actores en esta materia para "estar seguros de que ante la entrada en vigor de este ordenamiento habrá el compromiso para garantizar el ejercicio del derecho contenido en esta ley".
Adelantó que en febrero se presentará un documento que armonice la actividad de las comunidades indígenas con el Estado mexicano, "que éste conozca cómo son las comunidades indígenas para que cada peso que aplique se vaya perfectamente al desarrollo de estas comunidades y sacarlos del atraso, pero sin perder su cultura".
FUENTE: Notimex.
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Fotografía: Paraje cercano a Tuxpan de Bolaños, Municipio de Mezquitic, Jalisco.

viernes, 26 de noviembre de 2010

EL ACCESO A LA INVERSION EN LOS PUEBLOS INDIGENAS

 

El proyecto del mexicano Francisco Acuña para llevar inversión privada a proyectos de energía sustentable en comunidades indígenas de América Latina (AL) se colocó entre los tres finalistas (Brasil y un consorcio bancario de Latinoamérica) que aspiran a obtener el respaldo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en la categoría de Inversión Socialmente Responsable, con el objetivo de atraer a inversionistas “verdes” a la región.

Acuña radica entre Estados Unidos y México, y ha viajado por Latinoamérica para conocer las posibilidades que ofrece la región. El proyecto INDI FUND, que encabeza busca romper con el modelo de producción donde “las multinacionales negocian con los indígenas sus tierras y sus recursos, sin hacerlos partícipes, preservando el modelo colonial”.

INDI FUND se define como el primer proyecto que busca “conectar capital internacional con proyectos estratégicos sustentables a través de alianzas con poblaciones indígenas”, a fin de poder llevar recursos económicos (como socios) a las comunidades indígenas para que desarrollen núcleos eco turísticos, plantas hidroeléctricas o de generación de energía eólica.

“No se trata de micro finanzas ni filantropía, sino de proyectos autosustentables que pueden tardar años y puedan crear fondos para la educación de futuras generaciones”, señala el también abogado mexicano.

Fondo educativo

Asegura que no son sólo ganancias para “consumo y servicio”, sino que con el dinero obtenido se pueda crear un fondo educativo que fortalezca su identidad.

“Se ha demostrado que cuando los grupos indígenas han tenido más independencia económica alrededor del mundo y han participado más en proyectos sustentables, esos grupos protegen más su identidad. Ellos cuentan su historia desde su punto de vista, fortalece la identidad el orgullo de ser indígena”, destaca.

Explica que México y América Latina son de las mejores regiones del mundo para producir energía limpia: solar, de viento, de algas, etanol, entre otros: “Ésta es la economía del futuro”.

La creación de energías alternativas debe ser la dirección a la que apuntan los mercados globales, dice.

Detalló que los otros dos proyectos con los que compiten son Sitawi Social Fund de Brasil, una propuesta que busca apoyar a organizaciones sociales en el combate por la selva amazónica, la educación y contra la pobreza en ese país, y MiGroF, que fue presentada por diversos bancos latinoamericanos, que tiene como objetivo “restaurar la capacidad de préstamo de las micro financieras después del impacto de la crisis global”.

Modelo igualitario

Acuña explica que cuando las multinacionales negocian con los gobiernos por las tierras de estas comunidades, “es cuando vienen los machetes y se para la operación, porque los indígenas se sienten invadidos y explotados. No los ven como sus proyectos, no participan en él y al final todos pierden”.

Acuña arguye que esto se debe a la “mentalidad colonial” que aún rige en muchas regiones de Latinoamérica.

La propuesta del BID es la de otorgar un reconocimiento al proyecto que tenga éstas características de responsabilidad social. El público general decidirá con sus votos a través de internet (www.iadb.org) decidirá de forma qué proyecto consigue el reconocimiento.

Para el finalista, el acercamiento a las comunidades y el desarrollo de una confianza mutua es esencial para la vialidad del proyecto.

“En Chile pueden existir proyectos forestales, Sonora es uno de los mejores lugares para proyectos de energía solar, pero se necesita desarrollar la confianza con las comunidades”, asegura.

Dice que los indígenas en Latinoamérica pueden ser pioneros en el tema de energías verdes, pero se les debe ofrecer la oportunidad de ser socios igualitarios, y que para llevar a cabo este proyecto, añade Acuña, se deben encontrar a nuevos inversionistas que no busquen el mayor número de recursos en el corto plazo.

XILITLA 2007 042

Mujeres Nahuas, comunidad de Guadalupe, cercano a Xilitla, S.L.P

domingo, 21 de noviembre de 2010

DEFENSA DE WIRIKUTA

Que emite el Pueblo Wixárika de los tres Estados Jalisco, Nayarit y Durango representado por las comunidades de Waut´a -San Sebastián Teponahuaxtlán y su anexo Tutsipa – de los municipios de Mezquitic y Bolaños Jalisco; Tuapurie -Santa Catarina Cuexcomatitlán municipio de Mezquitic, Tatei Kie-San Andrés Cohamiata municipio de Mezquitic, Jalisco; Uweni Muyewe –Bancos de San Hipólito municipio de Mezquital, Durango y la Unión Wixárika de los Estados de Jalisco, Nayarit y Durango.

RECORDANDO que el Pueblo Wixárika desde tiempos inmemoriales acude en peregrinación al lugar sagrado de Wirikuta, recreando una larga ruta que recorrieron nuestros antepasados durante la formación del mundo hasta el lugar donde nació el sol en el semi-desierto de Real de Catorce.

CONSIDERANDO que nuestro rezo en Wirikuta es para que la vida se mantenga para todos y todas los seres vivientes de este planeta, para que nuestra antigua cultura Wixárika se mantenga y no desaparezca, para que se renueven las claves del conocimiento y las velas de la vida que nos dan sentido a nuestra identidad Wixárika.

ANALIZANDO que el Tratado de Libre Comercio de America del Norte y las leyes reglamentarias que se han derivado para favorecer la operación de este neoliberal acuerdo entre México, Estados Unidos y Canadá, no han hecho mas que agudizar la guerra de exterminio contra nuestros pueblos indígenas, a través de ordenamientos jurídicos como la Ley de Minería que ha llevado a que nuestros lugares sagrados en el desierto de Real de Catorce hoy sean objeto de 22 concesiones otorgadas a la trasnacional minera First Mejestic Silver de origen canadiense, sumando 6,326 hectáreas concesionadas abarcando nuestros lugares sagrados.

OBSERVANDO que los manantiales sagrados donde recolectamos aguas benditas se encuentra dentro de las cuencas de las venas de plata a explotarse, corriendo un inminente riesgo de contaminación por cianuro y desecamiento por las grandes cantidades de agua que usaría la industria minera, pues el acuífero, de acuerdo a la Comisión Nacional del Agua, se encuentra de por sí en un grado de sobreexplotación y la capacidad de recuperarse es muy baja.

CONSIDERANDO que el daño afectaría de manera irreversible a 16 centros de población que se encuentran dentro de la superficie concesionada pertenecientes a 6 Ejidos de la zona, así como numerosas localidades del bajío que sufrirían los efectos negativos sobre las fuentes de agua (desecamiento y contaminación), tal es el caso de El Mastranto, San José de Milpitas, Estación Catorce, Santa Cruz de Carretas, Los Catorce, Las Relaciones, El Barranco, El Garabato, Vigas de Coronado, San Juan de Matanzas, entre otras, sumando aproximadamente 3500 personas que resultarían afectadas.

EVALUANDO que el proyecto minero de First Majestic Silver viola los derechos que tenemos como pueblo reconocidos en el convenio 169 de la OIT; se viola lo establecido en el Programa de Manejo del Área Natural Protegida de Wirikuta, que abarca casi el 70% de la concesión minera y que el Pueblo Wixárika somos parte del consejo de Administración; se incumple lo establecido en la Ley General para la Prevención y Gestión integral de los Residuos Peligrosos; no se respetan las disposiciones de la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente; y la Ley Ambiental del Estado de San Luis Potosí; La Ley de Consulta a Pueblos Indígenas del estado de San Luis Potosí; así como una importante cantidad de Normas Oficiales Mexicanas aplicables.

CONSENSANDO la posición generalizada del pueblo Wixárika através del análisis de esta problemática durante La Asamblea General Ordinaria de la Comunidad de San Sebastián Teponahuaxtlán y su anexo Tuxpan de los municipios de Mezquitic y Bolaños llevada acabo los días 3, 4 y 5 de Septiembre del presente año; La Asamblea Extraordinaria de Bancos de San Hipólito Mezquital, Durango llevada acabo los días 4 y 5 de Septiembre del año vigente; Las reuniones del consejo de ancianos de la comunidad de Santa Catarina Cuexcomatitlán llevadas acabo los días 5 de Septiembre en la localidad de Las Latas y 11 y 12 de Septiembre del año 2010, llevada acabo en la localidad de Pueblo Nuevo1; Reunión de la Unión Interestatal de Centros Ceremoniales llevado acabo en la comunidad de Uweni Muyewe los días 11 y 12 de Septiembre del presente año; En el Primer Foro de Diálogo sobre la Minería en Wirikuta con la red en defensa de Wirikuta Tamatsima wa’há llevado a cabo en Real de Catorce el día 18 de Septiembre del presente año; La Presente Reunión de Trabajo para el seguimiento al PACTO DE HAUXA MANAKÁ llevada acabo hoy en la cabecera municipal de Mezquitic, Jalisco.

DECLARAMOS LO SIGUIENTE.

  1. Manifestamos nuestro profundo rechazo al proyecto minero de la trasnacional First Majestic Silver en el desierto de Real de Catorce, pues nuestros lugares sagrados son un patrimonio sin precio y de un valor incuantificable para nosotros, nuestros hijos nietos y toda la descendencia Wixárika.
  1. Exigimos la cancelación inmediata de las 22 concesiones mineras en poder de la trasnacional y se fije una moratoria indefinida para que no se expidan nuevos permisos de explotación o exploración en el desierto de Real de Catorce ni en ningún lugar circunvecino a nuestros lugares sagrados.
  1. Comunicamos nuestra fundada preocupación a los habitantes de Wirikuta sobre la contaminación y desecamiento del agua que beben, del incremento en las enfermedades respiratorias, gastrointestinales o incluso cáncer debido a los venenos usado en la minería y el efecto de sus residuos químicos, los invitamos a informarse y organizarse para que no tengan que aceptar esta imposición criminal que llevará a la destrucción de sus tierras de sus paisajes de lo que les dejaron sus abuelos y lo que les dejarán a sus hijos.
  1. Exigimos al Estado Mexicano que de manera inmediata implemente estrategias efectivas que lleven a la mejora de vida de los habitantes de Wirikuta, que sean propuestas armónicas con el medio ambiente, y no propuestas tan destructivas como la de la mina en donde se pone a los campesinos humildes entre la espada y la pared ofreciéndoles un trabajo a cambio de la destrucción de su patrimonio.
  1. Pedimos respetuosamente a las autoridades municipales del H. Ayuntamiento de Real de Catorce que no expida permisos municipales de construcción o de uso de suelo, pues como se dio cuenta la Secretaria General del H. Ayuntamiento que nos acompañó durante el foro de diálogo llevado acabo el 18 de Septiembre en Real de Catorce, la población Wixárika y un importante número de personas del municipio que no desean la mina.
  1. Aclaramos que haremos uso de todos los recursos necesarios para detener este devastador proyecto minero, valiéndonos de recursos jurídicos nacionales e internacionales que están a nuestro favor así como acciones de resistencia civil y pacífica que sean necesarias.

A T E N T A M E N T E

“Por la Reivindicación Integral de Nuestras

Comunidades del Pueblo Wixárika”.

Dada en la Cabecera Municipal de Mezquitic, Jalisco

A 23 de Septiembre de 2010

Autoridades Tradicionales y Agrarias del Pueblo Wixárika

Por la comunidad indígena de San Sebastián Teponahuaxtlán y su anexo Tuxpan de los municipio de Mezquitic y Bolaños, Jalisco.

Santiago López Díaz Mauricio Hernández Castañeda

Gobernador Tradicional de Waut´a Gobernador Tradicional de Tutsipa

Ramón González López

Pdte. del Comisariado

José Ángel Díaz Serio

Pdte. del Consejo de Vigilancia

Por la comunidad Indígena de Santa Catarina Cuexcomatitlán, municipio de Mezquitic, Jalisco.

Jaime Carillo Carrillo Juan Ávila De la Cruz

Gobernador Tradicional y Pdte. del Comisariado

Por la comunidad indígena de Bancos de San Hipólito municipio de Mezquital, Durango.

Santos De la Cruz Carrillo

Pdte. del Comisariado

Por la comunidad indígena de San Andrés Cohamiata municipio de Mezquitic, Jalisco.

Mauricio Montellano De la Cruz

Gobernador Tradicional

Por la Unión Wixárika de Jalisco, Nayarit y Durango.

Eleuterio De la Cruz Ramírez y Jaime Carrillo López

Pdte. de la Unión y Pdte. del Consejo de Vigilancia

Testigos de Honor

Ramón Bañuelos Bonilla y Fredy Medina Sánchez

Pdte. Municipal de Mezquitic, Jal y Pdte. Municipal de Huejuquilla el Alto, Jal.

Ing. Guadalupe Flores Flores y José de Jesús Navarro Cárdenas

Delegado Estatal de la CNDPI (Jalisco y Colima) y Visitador de la CEDHJ

Tirzo Navarrete Rodríguez y Roberto López López

Director de la CCDI Mezquitic y Coordinador Regional de la CEI.

J. Carlos Campos Varela

La arqueología es una actitud frente a la vida

DEFENSA DE WIRIKUTA

martes, 16 de noviembre de 2010

COSMOVISION / COSMOSENTIMIENTO INDIGENA

Cada grupo humano y cada grupo indígena tienen una cosmovisión particular del mundo y de la naturaleza. De cada cosmovisión se desprende la organización social, familiar, económica, los patrones de consumo y de acumulación. En las comunidades indígenas se da una lógica totalmente diferente en la utilización de los recursos naturales, Sariego, J.L. (1995:85) sostiene que para los Rarámuri, Pimas y Tepehuanes en la sierra de Chihuahua, el hombre es parte de la tierra y debe vivir en comunión con ella, de tal manera que para ellos el desarrollo no puede ser concebido sino a partir de un equilibrio con los recursos del medio.

El uso y la práctica de los diferentes pueblos indígenas con los recursos naturales, involucran una experiencia acumulada, un conocimiento focalizado de su territorio así como las habilidades necesarias para enfrentarse a su cotidianeidad. Hay varios factores imbricados en la cultura de cada pueblo indígena, cada uno de estos factores puede potencializar y favorecer su propio desarrollo; es necesario descubrirlos, analizarlos, fortalecerlos y sustentar en ellos el diseño de los modelos y programas de atención, de esta manera las acciones implementadas resultarán más eficaces, porque se tomará en cuenta a las verdaderas potencialidades de la realidad indígena, que son su esencia y que, hasta hoy, han sido habitualmente escamoteadas en los discursos indigenistas, pero finalmente ignoradas.

FUENTE: Tesis MDR-UAM-X, Ángel Espinoza, abril 2009.

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FOTOGRAFIA: En un paraje cercano a Tuxpan de Bolaños, Mezquitic, Jalisco.

Chamanismo - Ritual de la toma de peyote.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

DESARROLLO DIFERENCIAL EN COMUNIDADES INDIGENAS

Varios autores coinciden en que es necesario un cambio en la concepción sobre el desarrollo en comunidades indígenas y reconocen que no es un proceso lineal y estático, sino multidimensional y complejo; se destaca la importancia del conocimiento tradicional y de los saberes indígenas, los cuales son factores que están tejidos con la cultura, la identidad, el territorio y el imaginario colectivo de una región, estas variables representan las bases desde donde puede germinar una metodología diferente para poder diseñar un modelo de desarrollo local/regional para y con los pueblos y comunidades indígenas.

En este sentido, el marco conceptual y la metodología del modelo deben integrar todos aquellos aspectos concernientes con el conocimiento tradicional y el saber indígena, destacando los ámbitos social, económico y ambiental, para construir un modelo con y a partir de las comunidades indígenas; encontrar conjuntamente los senderos al desarrollo de las comunidades, con estrategias orientadas a potencializar las ventajas que les ofrecen sus recursos naturales y su cultura. Esta perspectiva es primordial para coadyuvar en la identificación y planteamiento de propuestas metodológicas en la construcción de modelos de desarrollo con y desde el sujeto. El modelo debe considerar el aprovechamiento productivo de los recursos naturales con respeto al medio ambiente y la cultura de cada región, el aprovechamiento integral y equilibrado de los recursos naturales, representa una viabilidad y una solución a la problemática económica de estos actores sociales, por otra parte, el modelo debe procurar una inclusión más benévola de los pueblos indios en el proceso de globalización; de tal manera que los beneficios sean mayores a los generados por los actuales modelo de atención indigenista.

Después de décadas de indigenismo y de tutela del Estado, existe ya en la colectividad de los pueblos indígenas, una conciencia clara de que es necesario comenzar a construir un nuevo modelo de atención que contenga los elementos necesarios para comenzar a planear de manera más sólida su propio desarrollo. En este sentido, los pueblos y comunidades indígenas son capaces de generar un modelo de desarrollo socialmente concertado entre el Estado y la sociedad civil.

Los pueblos y comunidades indígenas de México tienen las dos ventajas fundamentales para salir de la pobreza y la exclusión social: Capital social o conocimiento tradicional y acceso a los recursos naturales.

Los conocimientos tradicionales o comunitarios han sido considerados como no saberes. No obstante, estos conocimientos les han permitido a los pueblos indios conservarse culturalmente y establecer un sistema de vida sobre territorios determinados y organizar la vida en comunidad. Los pueblos indios han sabido preservar las principales características de su identidad, adaptarlas a los sucesivos tiempos y hacer que perduren sus conocimientos sobre el territorio y el tejido social comunitario. Los saberes indios son saberes sobre la práctica legitimados por el uso y la aplicación en regiones determinadas. Los saberes regionalmente validados han permitido la pervivencia y el establecimiento de culturas indígenas específicas. Se puede decir que se trata de saberes endémicos, y colectivos para habitar los territorios de una manera culturalmente posible. De ahí que el desarrollo en las comunidades indígenas tiene a su disposición una reserva de saberes propios con los cuales establecer otros modelos y propuestas alternativos de atención regional.

Los saberes comunitarios son conocimientos de alta pertinencia para las regiones donde se asientan los pueblos indígenas, toda vez que aglutinan la suma de la experiencia, la que se acrecienta de una generación a otra y que ha demostrado su funcionalidad para la resolución de los problemas a que se enfrentan los pueblos indígenas. Los saberes de los pueblos indios se producen, operan y socializan a través de las prácticas colectivamente asumidas dentro de grupos sociales específicos. Cada pueblo indígena es el resultado de sus propias prácticas con el entorno, son el conjunto de prácticas culturales y de conocimientos tradicionales los que fortalecen la identidad de cada pueblo indígena.

En este sentido, es importante considerar el uso de las técnicas y del conocimiento tradicional, toda vez que no necesariamente los cambios tecnológicos que se fomentan con los modelos o programas de desarrollo occidental, impactarán de manera favorable a las organizaciones indígenas beneficiarias; en este sentido, los rasgos culturales de los grupos domésticos, como son la estructura, la ocupación de sus miembros, sus redes internas de apoyo, así como sus formas de acceso a los recursos, resultan ser fundamentales cuando se fomenta un proyecto que implica un cambio tecnológico.

Ante la embestida del desarrollo tecnológico, los pueblos y comunidades indígenas han conservado durante décadas sus procesos de producción tradicional, esto es fundamental en la conceptualización o diseño del modelo de atención, porque las nuevas tecnologías se ensayan y se desarrollan en estaciones experimentales en donde no están presentes las variables socio-culturales que permitan determinar el impacto, las condiciones y las limitaciones de estas variables.

En lo que respecta a los recursos naturales, los pueblos y comunidades indígenas, están asentados en las regiones de mayor biodiversidad existente en el país, lo cual garantiza un acceso casi ilimitado a los recursos regionales.

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Fotografía: Comunidad Pame cercana a Cárdenas SLP

lunes, 8 de noviembre de 2010

LA LARGA NOCHE DE LOS 500 AÑOS=PARTE 2

GENERAR INDICADORES DESDE LA COSMOVISION Y COSMO-SENTIMIENTO DE LOS PUEBLOS INDIGENAS

En el actual contexto global, hay una serie de indicadores que se utilizan para medir de alguna manera la eficiencia o el impacto en programas y políticas de gobierno; Una gran proporción de estos indicadores dependen de la naturaleza y la calidad de los datos que existen o que están en construcción para medir el estado de desarrollo antes y después de la aplicación de un modelo de atención comunitaria.
En el caso del sujeto de atención Pueblo Indígena, el diseño de indicadores, no incluye la participación ni la consulta con los pueblos indígenas, resultando por lo tanto una situación en la que las metas que se persiguen, los objetivos que se desean y los indicadores que se calculan, no se generan con las especificidades de los pueblos indígenas. Tampoco se consideran criterios que son esenciales  para el bienestar de los pueblos indígenas, tales como la protección de sus tierras, territorios, recursos, conocimientos tradicionales, así como sus aspiraciones y su percepción sobre el desarrollo.
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Fotografía: Cárdenas SLP, reunión de trabajo con mujeres Pames.  

viernes, 5 de noviembre de 2010

PUEBLOS INDIGENAS Y GLOBALIZACION

Discutir sobre el desarrollo de los pueblos indígenas nos lleva inexorablemente al análisis de los procesos de globalización, que sin duda penetra y se manifiesta desde hace tiempo en todas las comunidades indígenas del país. Wong-González, Pablo (1997:5) define la globalización “como un proceso multidimensional altamente contradictorio y paradójico que trasciende las esferas: económica, política, social y cultural, y cuyos alcances y efectos pueden ser tanto positivos como negativos”. El autor describe este fenómeno mundial cuando afirma: “al mismo tiempo homogeniza y heterogeniza, totaliza y fragmenta, integra y margina, articula y disgrega, potencia y merma, complejiza y simplifica, es oportunidad y amenaza, descentraliza territorialmente y centraliza funcionalmente”.

La globalización es un proceso que tiene muchos semblantes y que influye de manera determinante en todos los grupos y actores sociales, en este sentido, los pueblos indígenas no están libres de su influjo. El desafío para los pueblos indígenas es saber cómo enfrentarlo, e identificar cuáles son las dificultades y las oportunidades que tienen ante un fenómeno social de esta dimensión. Para Wong-González, Pablo, la participación inexorable en los procesos de la globalización, no es únicamente una invitación para analizar el contexto social del presente, es también una llamada para que los pueblos indígenas fortalezcan sus identidades: “en la globalización es esencial para la navegación ineludible y potencialmente creadora, contar con una brújula y una ancla. La brújula: educación, información, conocimiento, tanto a nivel individual como colectivo. El ancla: nuestras identidades. Saber quiénes somos y de dónde venimos para no perdernos a dónde vamos” (1997:7-10). La globalización, con sus cambios estructurales en las sociedades, busca imponer una realidad diferente para todos los actores sociales y en consecuencia para todos los pueblos indígenas. Dependiendo del cómo las comunidades indígenas enfrenten esta mundialización económica, social y cultural, puede convertirse o no, en una oportunidad histórica para el desarrollo de los pueblos indígenas.

Existen varios factores y aspectos en la cultura y la identidad de los pueblos indígenas que se desconocen y que pueden coadyuvar para favorecer o propiciar su propio desarrollo económico y social. Es necesario conocerlos, entenderlos y apuntalarse en ellos; hacerlo significa enfrentar la inexorable globalización con una actitud distinta, compleja, no lineal, sobre todo integradora de ese gran mosaico de sistemas ecológicos y culturales de México.

En conclusión, es en el referente campesino e indígena, en donde debemos encontrar los elementos para construir un nuevo modelo de atención. La cultura que los indígenas han desarrollado, su relación con los recursos naturales, su conocimiento práctico del medio, sus estrategias económicas diversificadas, la combinación de la producción para autoconsumo y para el mercado, el manejo integrado y múltiple de los recursos tierra, agua y bosques. Todos estos elementos representan estrategias importantes para hacer frente a la globalización, como lo señala Leff, E., (2002:495), los grupos indígenas son poseedores de un proyecto alternativo que verdaderamente es sustentable frente a la irracionalidad imperante del mercado global.

En cierta medida los pueblos indígenas sienten amenazada su identidad y sus valores que tutelan sus comunidades, sin embargo, la globalización ha estrechado las relaciones entre culturas de diferentes etnias; por lo que este contacto abre nuevas oportunidades culturales a los grupos indígenas. Para los pueblos indígenas de México lo más importante es enfrentarla mediante un mecanismo social que históricamente les ha funcionado: la resistencia cultural fundamentada en su identidad, su cosmogonía y sus saberes. En el caso concreto de los pueblos indígenas de México, García de León (1997: La jornada Semanal), discurre que “hoy las nuevas reafirmaciones identitarias son a fin de cuentas una de las formas sociales que desde abajo imaginan un proyecto de democratización de todo el país, un proceso de autonomización de varios tipos de conglomerados sociales: desde los proyectos autonómicos indios y los movimientos de la sociedad civil… por convertir las grandes ciudades en ‘comunidades’ habitables, en donde los ciudadanos participen de las decisiones en todos los niveles”. En este sentido, las características culturales e identitarias de los pueblos indígenas inmersos en el proceso de globalización, son elementos potenciales del desarrollo local.

García de León, considera que las comunidades indígenas deben entender que su cultura y su identidad son un capital social de gran importancia que les ha permitido enfrentar y resistir la globalización; en este sentido, podemos llegar a la conclusión de que en las últimas décadas en Latinoamérica y El Caribe se han presentado iniciativas en las que los diferentes actores sociales de una localidad o de una región, han alcanzado acuerdos que antes no eran posibles; de experiencias que logran la integración a la globalidad sin perder su capacidad de decisión ni sus rasgos culturales y sin el deterioro de sus recursos naturales. Estas experiencias en las comunidades y pueblos indígenas, son ejemplos claros de cómo los pueblos indígenas y su cosmovisión tradicional logran insertarse en la realidad globalizada sin perder el control sobre los procesos que los afectan. Por lo que es preciso identificarlas, analizarlas y tomarlas en consideración en el diseño de modelos y programas de atención, de tal manera que en el mediano o largo plazo, se pueda ubicar a los pueblos indígenas en una perspectiva socialmente más digna y equilibrada frente a la globalización.

FUENTE: Tesis MDR-UAM-X Ángel M. Espinoza, abril 2009.

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Fotografía: Tuxpan de Bolaños, Jalisco, proyecto de ganado bovino.

jueves, 4 de noviembre de 2010

APORTE DE INDIGENAS MEXICANOS AL DESARROLLO

Expresaron indígenas mexicanos que se reunieron para analizar su situación en México.

·          Acordaron en este foro.

·          Acordaron que al finalizar este mes de noviembre, realizar una Conferencia de Prensa sobre Cambio Climático para fijar su postura sobre la Cumbre Mundial de Cambio Climático COP16 a realizarse en Cancún, Quintana Roo.

·          Agradecieron el firme apoyo del Programa Universitario México Nación Multicultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (PUMC-UNAM)

Pátzcuaro, Michoacán, México a 31 de octubre de 2010 (Bernardo Caamal Itza).

Líderes indígenas provenientes de los estados mexicanos de Guerrero, Chiapas, Veracruz, Michoacán, Yucatán, Quintana Roo, Durango, Sinaloa, Morelos, entre otros, concluyen exitosamente este viernes 29 de octubre en Pátzcuaro, Michoacán,  la 111 Reunión del Pacto por el Devenir de los Pueblos Indígenas de México.

los representantes de los Pueblos y Organizaciones indígenas de México, que participan en este foro, coincidieron “teniendo presente la memoria de nuestros antepasados, y mirando hacia el futuro, por nuestros hijos y nuestros pueblos y comunidades, nos hemos reunido la gran diversidad de pensamientos indígenas para compartir nuestra palabra”.

Dicho encuentro se realizó en el Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y El Caribe –CREFAL-,así como de analizar el acontecer indígena en las diversas regiones de México, contó el auspicio del Programa Universitario México Nación Multicultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (PUMC-UNAM) y con el apoyo de la Secretaria de Pueblos Indígenas del Gobierno de Michoacán,

Después de 2 días de trabajo, los participantes reconocieron “Con preocupación advertimos que el devenir de los pueblos indígenas es incierto, porque en el marco del neoliberalismo bestial que ataca a nuestros pueblos, amenaza el futuro de nuestros hijos y nuestros pueblos, destruyendo nuestros recursos  naturales y  apropiándose de nuestras tierras y territorios.

La violencia generalizada que vive el país, comienza a afectar nuestros pueblos, sus dirigentes y autoridades comunitarias, que ha sido asesinado, “levantados” o desaparecidos, perseguidos y hostigados, sin que nadie haga nada por detener esta ola de violencia.

En este marco, el gobierno federal bajo el pretexto de combatir la violencia,  atropella los derechos humanos de nuestros pueblos y algunas de sus acciones rayan en esquemas de autoritarismo de corte fascista, al pretender imponer una policía federal de mando único, que desaparece las policías comunitarias y municipales, que en muchos casos han demostrado su eficacia como la Policía Comunitaria de Guerrero, orillándonos a desarrollar mecanismos propios de autodefensa.

En este contexto, de inequidades y asimetrías en perjuicio de los pueblos y comunidades indígenas, nos hemos reunido las y los participantes del Pacto por el Devenir de los Pueblos Indígenas para buscar alternativas, establecer alianzas y asumir compromisos, que contribuyan a fortalecer las luchas de nuestros pueblos y forjarnos un mejor futuro.

Ante esa situación, declararon:

1.- Seguimos construyendo nuestro Proyecto Indígena de Nación realizando nuestras respectivas consultas al interior de nuestras comunidades.

2.- Que al hacer una evaluación de los pasos andados en este proceso iniciado en el Devenir de los Pueblos Indígenas y sus objetivos planteados, ésta, es positiva.

3.- Que ratificamos todos nuestros documentos generados por el Movimiento Indígena Nacional (MIN) en este proceso de rearticulación de los pueblos, especialmente el del Pacto Por el Devenir de los Pueblos Indígenas de México, suscrito en febrero de 2006.

4.- Que es necesario establecer las más amplias alianzas con los otros sectores de la sociedad, como ahora lo hacemos con la UNAM, para desterrar las inequidades, moderar la indigencia y la opulencia en perjuicio de los pueblos indígenas donde se han acumulado las asimetrías más injustas del desarrollo.

5.- Fortalecer la agenda del MIN con la UNAM y el Proyecto Indígena de Nación analizado en esta reunión, a través de un diálogo franco con las autoridades de esa máxima casa de estudios, con intelectuales y otros actores de la sociedad.

Establecieron también los siguientes compromisos, como, realizar una Conferencia de Prensa sobre Cambio Climático en el mes de Noviembre de 2010, para fijar nuestra posición sobre la Cumbre Mundial de Cambio Climático COP16 a realizarse en Cancún, Quintana Roo y participar en las diferentes acciones y movilizaciones del Movimiento indígena y Social Mundial; realizar el Encuentro Nacional Indígena y Campesino el 9 y 10 de Abril de 2011 en la ciudad de México para dar a conocer nuestro Proyecto Indígena de Nación; realizar un encuentro con las altas autoridades de la UNAM para pactar una alianza con los pueblos indígenas de México y Latinoamérica, y hacer visible al Movimiento Indígena Nacional en la coyuntura política del 2012.

Los participantes expresaron también, que la milenaria tradición indígena, los mandata a expresar su gratitud a quienes desinteresadamente se solidarizan con las preocupaciones y que desde sus trincheras se han comprometido a luchar por esos sueños que permita construir un México más justo.

Recordaron esas palabras pronunciadas el 14 de abril de 1940, por el ilustre General Lázaro Cárdenas del Río “El problema de las razas nativas de este continente, ha rebasado ya los límites de una preocupación nacional y se ha llevado hasta contarse entre las cuestiones fundamentales que ameritan la convocación de las masas indígenas. Éstas tienen derecho a pedir el reconocimiento de su personalidad social, porque constituyen contingentes humanos con primacía en la historia”.

Reconocieron el apoyo del Programa Universitario México Nación Multicultural (PUMC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por haber propiciado ; al Gobierno del estado de Michoacán, que a través de la Secretaría de Pueblos el encuentro de los diferentes liderazgos indígenas para avanzar hacia la construcción del Proyecto Indígena de Nación y hacia la  refundación del Estado Mexicano Indígenas apoyó la realización de este evento, y a todas las organizaciones que han ratificado su compromiso para seguir fortaleciendo este espacio del Devenir y por la rearticulación de los Pueblos Indígenas de México.

Simbolismo-Cultura-Huichol

DICCIONARIO DEL DESARROLLO

 

Las  últimas cuatro décadas, bien pueden ser indicativas de la era del desarrollo. Esta época esta llegando a su fin. Ha llegado el momento de escribir su obituario.

Como un majestuoso faro que guía a los marineros hacia la costa, el «desarrollo» fue la idea que orientó a las naciones emergentes en su jornada a lo largo de la historia de la postguerra. Independientemente de que fueran democracias o dictaduras, los países del Sur proclamaron el “desarrollo” como su aspiración primaria, después de haber sido liberados de su subordinación colonial.

Cuatro décadas mas tarde, gobiernos y ciudadanos tienen aún fijos sus ojos en esta luz centelleando ahora tan lejos como siempre: todo esfuerzo y todo sacrificio se justifica para alcanzar la meta, pero la luz continua alejándose en la oscuridad.

El faro del desarrollo fue construido inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial. Siguiendo al colapso de las potencias coloniales europeas, los Estados Unidos encontraron una oportunidad para dar dimensión mundial a la misión que sus padres fundadores les habían legado: «ser el fanal sobre la colina». Lanzaron la idea del desarrollo con un llamado a todas las naciones a seguir sus pasos. Desde entonces, las relaciones entre Norte y Sur han sido acunadas con este molde: el «desarrollo» provee el marco fundamental de referencia para esa mezcla de generosidad, soborno y opresión que ha caracterizado las políticas hacia el Sur. Por casi medio siglo, la buena vecindad en el planeta ha sido concebida a la luz del «desarrollo».

Hoy el faro muestra grietas y ha comenzado a desmoronarse. La idea de desarrollo se levanta como una ruina en el paisaje intelectual. El engaño y la desilusión, los fracasos y los crímenes han sido compañeros permanentes del desarrollo y cuentan una misma historia: no funcionó. Además, las condiciones históricas que catapultaron la idea hacia la prominencia han desaparecido: el desarrollo ha devenido anticuado. Pero sobre todo, las esperanzas y los deseos que dieron alas a la idea están ahora agotados: el desarrollo ha devenido obsoleto.

Wolfgang Sachs.

Muy pesimista el discurso de Wiolfang Sachs, aunque considero que un factor relevante en el fracaso del camino al desarrollo, es el factor humano, específicamente la tendencia de la naturaleza humana para corromperse con el Poder, (independientemente de los factores estructurales), prueba de ello es el fracaso del comunismo y del socialismo, que como filosofía política es muy respetable y humanista, pero el talón de Aquiles se encuentra dentro de cada ser humano, el cual sucumbe victima de la soberbia y el ego. Habría que analizar el desarrollo desde una perspectiva pisco social, inclusive hasta espiritual.

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Fotografía: Xilitla, SL.P, Reunión de trabajo en la localidad de Guadalupe, al pie del sótano de las golondrinas. 2007.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

EL MAIZ TRANSGENICO

Desde 1999 el maíz transgénico procedente de los USA ha invadido México, poniendo en peligro las más de 300 variedades de maíz mexicano.

La Etnia Raramuri, es poseedora de una variedad de maíz criollo con un alto contenido de lisina, aminoácido que les proporciona una gran resistencia física y les permite correr hasta por dos días en una carrera de bola, o bien correr largas distancias en las montañas de la Sierra Tarahumara.

Las autoridades mexicanas, incluyendo diputados y senadores,  han permitido el uso de este recurso, aprobando leyes que ponen en riesgo la producción y consumo del maíz en el país.

A  pesar de los esfuerzos de ONG´S nacionales y otras organizaciones a nivel mundial para limitar el uso, regulación y consumo de los OGM, el gobierno sigue manejando políticas permisivas en relación a este tema, de tal forma que limita el nivel de incidencia que organizaciones y activistas tienen.

Las consecuencias en materia de economía y salud pública resultan muy costosas, a lo largo del tiempo se han realizado estudios y resulta que  en animales de laboratorio se muestra que el consumo de transgénicos causa efectos crónicos subclínicos, como anormalidad en el hígado y los riñones, padecimientos que luego son heredados a las crías, con daños más severos en los machos que en las hembras.

“Sin Maíz, no hay País”: “Sin Maíz criollo, no hay Futuro”

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Fotografía: Maíz criollo, paraje cercano a Tuxpan de Bolaños, Mexquitic, Jalisco.

martes, 2 de noviembre de 2010

EL OTRO MODELO

La conceptualización de la otredad, a la cual se le suma el desconocimiento casi total hacia los grupos originarios, condiciona en gran medida los modelos, programas y proyectos diseñados para el mejoramiento de sus condiciones de vida, con recurrencia se instrumentan o diseñan, bajo la hipótesis de que las comunidades indígenas son pobres y atrasadas, sin potencial económico- productivo y sobre todo estigmatizando lo poco que aportan a la economía nacional, no obstante, habría que cuestionarse ¿Pobres para quién?¿Mercantilismo para qué o para quién? ¿Potencial productivo para qué? En este sentido, usualmente los modelos, programas y proyectos implementados en las comunidades indígenas, manifiestan un sesgo claramente diseñado con las características de la burocracia controladora y elitista (que nunca ha vivido en una comunidad indígena), que no conoce la cotidianeidad ni la realidad indígena: totalmente centralista, clientelar y asistencialista; por lo que los modelos, programas y proyectos se imponen verticalmente sin tomar en cuenta las condiciones multifactoriales de los sujetos sociales indígenas y mucho menos el potencial productivo de su medio ambiente ni sus conocimientos tradicionales.

Los grupos indígenas de México son poseedores de un gran conocimiento ancestral sobre el uso eficiente de los recursos naturales de su entorno, lo que actualmente se denomina saberes locales o conocimiento tradicional, éstos conocimientos se reflejan en sus actividades productivas de uso ecológico, integrado y múltiple de los recursos naturales, basados fundamentalmente en criterios culturales y conocimientos tradicionales. Un ejemplo de lo anterior, lo refleja la comunidad Rarámuri denominada Wisarorare, en el Municipio de Bocoyna, Chihuahua, en la cual la CDI apoyo con una iniciativa local de lombricomposta, dentro de las actividades a realizar, estaba la de cercar el predio para su protección del libre pastoreo, que es muy común en la región; la sorpresa fue que los beneficiarios tomaron la decisión de no comprar postes ni derribar pinos para el cercado del predio, lo que hicieron fue colectar del bosque la mejor madera (de árboles secos), respetando su entorno.

FUENTE: Tesis MDR, UAM Xochimilco, Ángel Espinoza, abril 2009.

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Fotografía de maíz criollo en un paraje cercano a Tuxpan de Bolaños, Jalisco.

lunes, 1 de noviembre de 2010

DESARROLLO DESDE LA OTREDAD

¿Se puede plantear como desarrollo apropiado o autogenerado el que emana del interior de las comunidades indígenas, que en los siglos de dominación han sufrido procesos de desvalorización de su cultura y siguen siendo considerados una traba histórica para el desarrollo?

Frente a toda una gama de teorías acerca del desarrollo, en los años 80 surge la propuesta teórica del etnodesarrollo en base al cuestionamiento de profesionales, quienes tenían por objetivo principal relacionar ambas dimensiones, la indígena y la desarrollista, además de intentar reorientar a las políticas públicas modernizadoras hacia una propuesta de aportación real hacia los pueblos indígenas considerando como base la cultura diferencial de cada uno. Este modelo fue clave, sobre todo cuando los promotores del desarrollo occidental y la opinión pública en general, creían que los pueblos indígenas con sus respectivas costumbres, valores y sistemas socio económicos fueron considerados durante mucho tiempo como una traba colectiva del desarrollo, regional y hasta nacional.

Los modelos y programas diseñados para el desarrollo rural en zonas indígenas, han fracasado debido a diferencias conceptuales y de cosmovisión acerca del progreso y del bienestar, toda vez que su planteamiento conceptual se fundamenta en el desarrollo occidental y economicista, el cual se contrapone a las formas de vida de los diferentes pueblos indígenas.

FUENTE: Tesis MDR-UAM-X Ángel Espinoza, abril 2009.

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Fotografía: Comunidad Indígena de Mazatlán , Jalisco, abril 2010.

lunes, 11 de octubre de 2010

HACIA UN NUEVO MODELO DE DESARROLLO INDÍGENA

Generalmente se tiende a considerar que el desarrollo rural en regiones indígenas es un asunto técnico - antropológico, sin embargo, tratándose de una actividad que tiene como finalidad el de mejorar las condiciones de vida de la población indígena, éste tiene una mayor complejidad y profundidad, primero, porque busca transformar las estructuras socioeconómicas de una región o de un país para poder estar en condiciones de alcanzar un mayor bienestar; segundo, porque es en los modelos de atención en donde se fijan las estrategias sociales, las prioridades y objetivos del desarrollo de una región o de una nación; tercero, porque en los programas, se establecen los medios y estrategias para lograrlo y cuarto, porque con base en el análisis de los resultados alcanzados, se establecen acciones necesarias para que la población rural alcance su propio desarrollo.
En este sentido el desarrollo rural es la expresión de una política económica y social imperante, y en consecuencia, uno de los ejes principales que regula las actividades sociales y económicas. Por lo que, los modelos de atención, mediante su metodología implementada a través de proyectos específicos, son los instrumentos para materializar una política social.
En el contexto de modelos y programas de atención, la pobreza productiva de los grupos étnicos proviene de su exclusión en el manejo de los recursos, los cuales son administrados por los grupos de poder local y regional, a lo cual se le suma la situación económica imperante: control del mercado regional por los grupos de poder. De esta situación se infiere, que la búsqueda de un desarrollo en las regiones indígenas es un problema político, porque el desarrollo de una región está condicionado por los bloques de poder regional, y el poder en sí mismo, es en esencia político. En este sentido la política social se debe de orientar a garantizar ciertos niveles de bienestar a la población indígena de México, en particular debe de considerar esquemas o modelos específicos de producción, distribución y consumo, sin olvidar las soluciones tecnológicas adecuadas.(Cortez, C. y Penso, C; 1998)
A la población indígena se le considera el polo opuesto al desarrollo y una barrera para lograrlo, por lo que el Estado, ha generado una gran variedad de políticas públicas para mexicanizar al indio mediante intentos educativos, económicos, organizativos y hasta genéticos. La visión creada por el Estado acerca de las estructuras socio culturales de los pueblos indígenas en el sentido de que son un "sector atrasado", aumentaron de cierto modo la visión peyorativa de la sociedad en general hacia lo indígena, así como el fomento tácito de la negación y rechazo de la misma sociedad indígena.
En este sentido, surge la pregunta acerca de las alternativas que pueden plantearse para diseñar un modelo de desarrollo que más allá de servir de etnocida, prevea los posibles cambios en las estructuras socio-culturales y promueva cambios positivos a favor de los pueblos indígenas involucrados.
¿Se puede plantear como desarrollo apropiado o autogenerado el que emana del interior de las comunidades indígenas, que en los siglos de dominación han sufrido procesos de desvalorización de su cultura y siguen siendo considerados una traba histórica para el desarrollo?
Frente a toda una gama de teorías acerca del desarrollo, en los años 80 surge la propuesta teórica del etnodesarrollo en base al cuestionamiento de profesionales, quienes tenían por objetivo principal relacionar ambas dimensiones, la indígena y la desarrollista, además de intentar reorientar a las políticas públicas modernizadoras hacia una propuesta de aportación real hacia los pueblos indígenas considerando como base la cultura diferencial de cada uno. Este modelo fue clave, sobre todo cuando los promotores del desarrollo occidental y la opinión pública en general, creían que los pueblos indígenas con sus respectivas costumbres, valores y sistemas socio económicos fueron considerados durante mucho tiempo como una traba colectiva del desarrollo, regional y hasta nacional.
Los modelos y programas diseñados para el desarrollo rural en zonas indígenas, han fracasado debido a diferencias conceptuales y de cosmovisión acerca del progreso y del bienestar, toda vez que su planteamiento conceptual se fundamenta en el desarrollo occidental y economicista, el cual se contrapone a las formas de vida de los diferentes pueblos indígenas.
El modelo de atención integral, debe de fortalecer el ejercicio de la capacidad social de los pueblos indígenas para construir su futuro, aprovechando para ello las enseñanzas de su experiencia histórica, los recursos naturales y el potencial de su cultura, de acuerdo con un diagnóstico que se defina en base a sus propios valores y aspiraciones.
Una variable clave en el diseño del modelo es el referente a los derechos como base del desarrollo, los derechos de los pueblos indígenas para tomar sus propias decisiones, respetando su cultura, sus conocimientos y saberes tradicionales; estos factores fueron desechados por los promotores del desarrollo economicista, que, en lugar de respetar a los indígenas como humanos y con todas sus diferencias, los catalogan como cifras.
El modelo debe incorporar la variable de la capacitación de recursos humanos indígenas, una capacitación dirigida a toma de decisiones para procesos de priorización en la formulación de proyectos regionales e integrales y la puesta en práctica de estos, debe incorporar la variable conceptual denominada desarrollo "culturalmente sustentable", este se relaciona con el desarrollo económico, que practicados en conjunto implica no solamente la no destrucción como sistema y como grupo humano de un pueblo, sino también la conservación de una identidad como tal, sobre todo considerando que los modelos y programas aplicados en poblaciones indígenas, han detonado procesos de cambio socio-cultural de los involucrados, en este sentido el planteamiento del modelo, debe priorizar los factores relacionados con valores culturales, de modo que estos no sufran impactos negativos.
Los pueblos indígenas se ven afectados por la imposición de políticas sociales y modelos de atención, en donde prevalece la supremacía de lo general sobre lo específico, por lo que es necesario aclarar que las diferencias y las especificidades culturales, se poseen como parte del imaginario colectivo, sino que además se ejercen. El reconocimiento de las diferencias y de las especificidades sólo tiene realidad discursiva si se las entiende como atributos inherentes a los pueblos indígenas.
Proponer políticas de Desarrollo para la población indígena, debe de contemplar en primer lugar, las nuevas formas de relación entre el estado y la sociedad indígena, tomando como coyuntura el contexto que adquiere el papel del Estado Mexicano insertado en el nuevo orden mundial (la globalización), donde se refleje el reconocimiento de las formas de organización de las diferentes etnias, fomentando una relación de igualdad y respeto entre culturas, lo cual significa dejar de subestimar la capacidad y potencialidad humana del ser indio; es decir: Democratizar la participación y las convocatorias, dejar atrás el mito de convocar “desde arriba”.
Toledo, Víctor M. (2004:85) Propone la instrumentación de las acciones desde el espacio Municipal, ámbito que de alguna manera permite ligar acciones y nuevas formas de uso de los recursos naturales y de relaciones políticas; esto bajo el fundamento de que en el Municipio se encuentra la instancia de gobierno más cercana a los espacios o territorios indios. Por otra parte, en este espacio es dónde se insertan y se dirimen las formas de uso de los espacios y del ejercicio del poder: El ejido o la comunidad indígena.
Los grupos indígenas de México a través de su historia, han hecho frente a múltiples factores estructurales que generan su exclusión social, política, cultural y económica, han demostrado una gran resistencia cultural y étnica, para su sobrevivencia se apoyan fundamentalmente en su escaso patrimonio natural y abundante patrimonio sociocultural, ambos espacios les ofrece escasas oportunidades para mantenerse o para mejorar su nivel de vida. Por otra parte, al analizar las distintas formas de aprovechamiento de los recursos naturales disponibles en sus espacios, es evidente la gran importancia que éstos representan para sus estrategias de supervivencia.
El conocimiento indígena con relación a los recursos naturales y las formas en que los utilizan es un factor estrechamente vinculado con la cultura, la identidad, el territorio y el desarrollo. La cultura cruza con todas las dimensiones de una sociedad, en este sentido el medio ambiente biológico, los recursos naturales y la forma en que los grupos humanos los utilizan son también parte de su cultura. La identidad es el resultado de un proceso social, que surge y se desarrolla en interacción cotidiana con los demás, incluido el territorio, y esto origina un conjunto de prácticas sociales y culturales. La cultura sólo puede proyectar su potencial por medio de la identidad; por lo que, la cultura y el territorio constituyen dimensiones esenciales dentro de cualquier proceso de desarrollo regional.
Un factor con escaso análisis en las investigaciones en torno a los grupos indígenas, es el impacto de los procesos de la globalización. Al respecto, Bonfil Batalla, G. (1991:74) refiere “La concepción dominante sobre las culturas indígenas se inclina sin duda a definirlas como culturas locales, caracterizadas por algunos rasgos peculiares, pero finalmente comprensibles sólo como resultado de procesos exógenos; culturas en vías de extinción, sin futuro propio posible en los umbrales del tercer milenio, agotadas, fallidas y agónicas”. En este sentido, la población indígena en México, es cotidianamente estigmatizada como un sector atrasado, ignorante y flojo; se les estereotipa como perdedores, en resumen, son para muchos, el ancla del desarrollo occidentalizado.
Por otra parte, también son escasas las investigaciones que se realizan con una visión multidimensional, integral y multidisciplinaria, predominando hasta ahora un enfoque lineal y generalmente separado del contexto social y económico de la población indígena. En este sentido, el propósito central de esta investigación es el de aportar en la construcción de un marco conceptual y metodológico más “completo” que sirva de referente para el diseño de modelos, programas y proyectos de desarrollo integral sustentable en regiones indígenas. La propuesta metodológica se apoya en los recursos naturales; la cultura e identidad, el territorio y la región, así como en el conocimiento que los pueblos indígenas tienen de su entorno. Estos conceptos quedan integrados dentro de los tres componentes del desarrollo integral sustentable, el contexto económico, social y ambiental. Por otra parte, es importante señalar, que el análisis de la relación de los recursos naturales con cualquier grupo humano, debe considerar las siguientes premisas: sustentabilidad, participación y endogeneidad.
En México, la visión y la conceptualización generalizada que tienen los no indígenas con respecto a los grupos originarios es similar a la que predomina en otros continentes, al estereotiparlos como sectores sociales atrasados, obsoletos, flojos y primitivos. Núñez Noriega, G. (1999:67), en este sentido apunta: “los indígenas que aunque son considerados por el discurso, no son conceptualizados como mexicanos, pues para la cultura hegemónica sólo los individuos blancos, altos, modernos, ricos, fuertes, etc., son identificados como mexicanos”.
Esta conceptualización de la otredad, a la cual se le suma el desconocimiento casi total hacia los grupos originarios, condiciona en gran medida para que los modelos, programas y proyectos diseñados para el mejoramiento de sus condiciones de vida, con recurrencia se hagan bajo la hipótesis de que las comunidades indígenas son pobres y atrasadas, sin potencial económico- productivo y sobre todo estigmatizando lo poco que aportan a la economía nacional, no obstante, habría que cuestionarse ¿Pobres para quién?¿Mercantilismo para qué o para quién? ¿Potencial productivo para qué? En este sentido, usualmente los modelos, programas y proyectos implementados en las comunidades indígenas, manifiestan un sesgo claramente diseñado con las características de la burocracia controladora y elitista, que no conoce la cotidianeidad ni la realidad indígena: centralista, clientelar y asistencialista; por lo que los modelos, programas y proyectos se imponen verticalmente sin tomar en cuenta las condiciones multifactoriales de los sujetos sociales indígenas y mucho menos el potencial productivo de su medio ambiente ni sus conocimientos tradicionales.
Los grupos indígenas de México son poseedores de un gran conocimiento ancestral sobre el uso eficiente de los recursos naturales de su entorno, lo que actualmente se denomina saberes locales o conocimiento tradicional, éstos conocimientos se reflejan en actividades productivas de uso ecológico, integrado y múltiple de los recursos naturales, basados fundamentalmente en criterios culturales y conocimientos tradicionales. Un ejemplo de lo anterior, lo refleja la comunidad Rarámuri denominada Wisarorare, en la cual la CDI apoyo con una iniciativa local de lombricomposta, dentro de las actividades a realizar, estaba la de cercar el predio para su protección del libre pastoreo, que es muy común en la región; la sorpresa fue que los beneficiarios tomaron la decisión de no comprar postes ni derribar pinos para el cercado del predio, lo que hicieron fue colectar del bosque la mejor madera (de árboles secos), respetando su entorno.
Cada grupo humano y cada grupo indígena tienen una cosmovisión particular del mundo y de la naturaleza. De cada cosmovisión se desprende la organización social, familiar, económica, los patrones de consumo y de acumulación. En las comunidades indígenas se da una lógica totalmente diferente en la utilización de los recursos naturales, Sariego, J.L. (1995:85) sostiene que para los Rarámuri, Pimas y Tepehuanes en la sierra de Chihuahua, el hombre es parte de la tierra y debe vivir en comunión con ella, de tal manera que para ellos el desarrollo no puede ser concebido sino a partir de un equilibrio con los recursos del medio.
El uso y la práctica de los diferentes pueblos indígenas con los recursos naturales, involucran una experiencia acumulada, un conocimiento focalizado de su territorio así como las habilidades necesarias para enfrentarse a su cotidianeidad. Hay varios factores imbricados en la cultura de cada pueblo indígena, cada uno de estos factores puede potencializar y favorecer su propio desarrollo; es necesario descubrirlos, analizarlos, fortalecerlos y sustentar en ellos el diseño de los modelos y programas de atención, de esta manera las acciones implementadas resultarán más eficaces, porque se tomará en cuenta a las verdaderas potencialidades de la realidad indígena, que son su esencia y que, hasta hoy, han sido habitualmente escamoteadas en los discursos indigenistas, pero finalmente ignoradas.
FUENTE: Tesis MDR- UAM-X  Angel Espinoza, abril 2009.
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martes, 5 de octubre de 2010

BREVE SEMBLANZA DEL PROGRAMA FONDOS REGIONALES INDIGENAS

Actualmente los Fondos Regionales Indígenas funcionan como una instancia o ventanilla receptora de solicitudes de proyectos productivos, que las organizaciones o grupos concurrentes presentan para mejorar sus condiciones de vida, pero los Fondos Regionales no han funcionado necesariamente como instancias aglutinadoras de los grupos de productores indígenas organizados, ni tampoco como espacios para discutir y planear sus proyectos con un enfoque comunitario, local o regional.

Por otra parte, existe poca concurrencia de otras instancias, por lo que se dificulta fortalecer técnica y financieramente los proyectos que son apoyados por los Fondos Regionales Indígenas; en este sentido, el modelo ha comenzado a desmembrarse al no contar con suficientes apoyos, toda vez que la actual política social es cada vez más estrecha, reduciéndose de manera sustancial los recursos destinados al desarrollo social por parte de la Secretaria de Hacienda.

Otra limitación del modelo es que la estructura de su base organizativa, se conformó con grupos indígenas de diferentes localidades con graves rezagos y carencias, lo cual ha llevado a los FRI a que su cobertura de atención sea excesiva en vez de intentar la consolidación productiva de los grupos ya beneficiados, contradictoriamente, las reglas de operación no permiten que un FRI apoye de manera consecutiva a una organización ya beneficiada hasta que la misma haya recuperado el monto del apoyo. (Barrón, A. 1995:219)

En este sentido, este modelo de atención, se suma al esquema neoliberal que descarga gran parte de la responsabilidad en la población indígena y en la sociedad civil para enfrentar su propia problemática; por otra parte, el modelo considera en su conceptualización la revolvencia (recuperaciones) de recursos económicos provenientes de los socios que han resultado beneficiados con un proyecto, esquema que no ha funcionado en esencia porque este modelo está diseñado como un instrumento más para reajustar los desequilibrios del mercado interno; por otra parte la cultura mercantilista no es parte de la idiosincrasia de los pueblos indígenas, en este sentido la actual estructura organizativa del Modelo le ha permitido al Estado distanciarse de los pueblos indígenas.

En teoría, el modelo de Fondos Regionales ofrece a los productores indígenas, la posibilidad de diversificar sus actividades productivas y obtener ingresos adicionales que les permiten complementar el ingreso. Se ha mantenido un crecimiento tanto en número de Fondos como del número de organizaciones o grupos de trabajo, en ese sentido ha constituido una estrategia propia de los Fondos y que ha logrado permanecer y trascender los cambios de administración.

Los diferentes actores sociales que intervienen en la operación del Programa, (funcionarios, dirigentes, técnicos, bloques de poder regional y beneficiarios) se inter relacionan dentro de una compleja red social multifactorial que va mas allá del contexto regional, dificultando que el modelo opere como está plasmado en el papel.

Dentro de los componentes metodológicos con que cuenta el modelo Fondos Regionales Indígenas, es que el capital social generado e integrado por los recursos recuperados que se encuentran en las distintas redes de organizaciones socias, se consideran para incrementar el capital social; la base social de las recuperaciones son las relaciones de confianza, reciprocidad y cooperación, este componente ha sido poco aprovechado en el desarrollo del Programa.

Persistentemente se ha hablado de desaparecer el Programa Fondos Regionales, cada administración que ha llegado al INI y actualmente a la CDI, han llegado con la intención de eliminar este programa , denostando el trabajo de los técnicos de la CDI como si ellos fueran los responsables de las fallas del modelo de atención; sin embargo cuando se dan cuenta del potencial socio político del programa, recapitulan manifestando que el programa se debe adecuar y se ven urgidos a presentar una propuesta de modificación a las reglas de operación del programa, situación que por diversos factores nunca consultan con el sujeto de atención, por otra parte, es pertinente aclarar, que el hecho de modificar anualmente las reglas de operación no significa adecuar ni rediseñar un programa o modelo de atención.

Otra constante en los FRI son los bajos índices de recuperación, debido principalmente a los bajos montos de los apoyos y a las características de los proyectos, sobre todo de aquellos que se realizan con actividades tradicionales y que no son considerados como rentables, el origen de las recuperaciones generalmente difiere según la tipología del proyecto, las cuales son escasas en los proyectos de apoyo a la producción de básicos; por otra parte los apoyos se han otorgado no pensando en que el recurso se da para un proyecto, si no para poder mitigar una urgencia.

Indicadores

FUENTE: Tesis MDR, Ángel Espinoza Flores, abril 2009.

jueves, 23 de septiembre de 2010

MODELOS DE DESARROLLO EN COMUNIDADES INDIGENAS PARTE I

Generalmente se tiende a considerar que el desarrollo rural en regiones indígenas es un asunto técnico - antropológico, sin embargo, tratándose de una actividad que tiene como finalidad el de mejorar las condiciones de vida de la población indígena, éste tiene una mayor complejidad y profundidad, primero, porque busca transformar las estructuras socioeconómicas de una región o de un país para poder estar en condiciones de alcanzar un mayor bienestar; segundo, porque es en los modelos de atención en donde se fijan las estrategias sociales, las prioridades y objetivos del desarrollo de una región o de una nación; tercero, porque en los programas, se establecen los medios y estrategias para lograrlo y cuarto, porque con base en el análisis de los resultados alcanzados, se establecen acciones necesarias para que la población rural alcance su propio desarrollo.

En este sentido el desarrollo rural es la expresión de una política económica y social imperante, y en consecuencia, uno de los ejes principales que regula las actividades sociales y económicas. Por lo que, los modelos de atención, mediante su metodología implementada a través de proyectos específicos, son los instrumentos para materializar una política social.

En el contexto de modelos y programas de atención, la pobreza productiva de los grupos étnicos proviene de su exclusión en el manejo de los recursos, los cuales son administrados por los grupos de poder local y regional, a lo cual se le suma la situación económica imperante: control del mercado regional por los grupos de poder. De esta situación se infiere, que la búsqueda de un desarrollo en las regiones indígenas es un problema político, porque el desarrollo de una región está condicionado por los bloques de poder regional, y el poder en sí mismo, es en esencia político. En este sentido la política social se debe de orientar a garantizar ciertos niveles de bienestar a la población indígena de México, en particular debe de considerar esquemas o modelos específicos de producción, distribución y consumo, sin olvidar las soluciones tecnológicas adecuadas.(Cortez, C. y Penso, C; 1998.

A la población indígena se le considera el polo opuesto al desarrollo y una barrera para lograrlo, por lo que el Estado, ha generado una gran variedad de políticas públicas para mexicanizar al indio mediante intentos educativos, económicos, organizativos y hasta genéticos. La visión creada por el Estado acerca de las estructuras socio culturales de los pueblos indígenas en el sentido de que son un "sector atrasado", aumentaron de cierto modo la visión peyorativa de la sociedad en general hacia lo indígena, así como el fomento tácito de la negación y rechazo de la misma sociedad indígena.

En este sentido, surge la pregunta acerca de las alternativas que pueden plantearse para diseñar un modelo de desarrollo que más allá de servir de etnocida, prevea los posibles cambios en las estructuras socio-culturales y promueva cambios positivos a favor de los pueblos indígenas involucrados.

¿Se puede plantear como desarrollo apropiado o autogenerado el que emana del interior de las comunidades indígenas, que en los siglos de dominación han sufrido procesos de desvalorización de su cultura y siguen siendo considerados una traba histórica para el desarrollo?

Frente a toda una gama de teorías acerca del desarrollo, en los años 80 surge la propuesta teórica del etnodesarrollo en base al cuestionamiento de profesionales, quienes tenían por objetivo principal relacionar ambas dimensiones, la indígena y la desarrollista, además de intentar reorientar a las políticas públicas modernizadoras hacia una propuesta de aportación real hacia los pueblos indígenas considerando como base la cultura diferencial de cada uno. Este modelo fue clave, sobre todo cuando los promotores del desarrollo occidental y la opinión pública en general, creían que los pueblos indígenas con sus respectivas costumbres, valores y sistemas socio económicos fueron considerados durante mucho tiempo como una traba colectiva del desarrollo, regional y hasta nacional.

Los modelos y programas diseñados para el desarrollo rural en zonas indígenas, han fracasado debido a diferencias conceptuales y de cosmovisión acerca del progreso y del bienestar, toda vez que su planteamiento conceptual se fundamenta en el desarrollo occidental y economicista, el cual se contrapone a las formas de vida de los diferentes pueblos indígenas.

El modelo de atención integral, debe de fortalecer el ejercicio de la capacidad social de los pueblos indígenas para construir su futuro, aprovechando para ello las enseñanzas de su experiencia histórica, los recursos naturales y el potencial de su cultura, de acuerdo con un diagnóstico que se defina en base a sus propios valores y aspiraciones.

Una variable clave en el diseño del modelo es el referente a los derechos como base del desarrollo, los derechos de los pueblos indígenas para tomar sus propias decisiones, respetando su cultura, sus conocimientos y saberes tradicionales; estos factores fueron desechados por los promotores del desarrollo economicista, que, en lugar de respetar a los indígenas como humanos y con todas sus diferencias, los catalogan como cifras.

El modelo debe incorporar la variable de la capacitación de recursos humanos indígenas, una capacitación dirigida a toma de decisiones para procesos de priorización en la formulación de proyectos regionales e integrales y la puesta en práctica de estos, debe incorporar la variable conceptual denominada desarrollo "culturalmente sustentable", este se relaciona con el desarrollo económico, que practicados en conjunto implica no solamente la no destrucción como sistema y como grupo humano de un pueblo, sino también la conservación de una identidad como tal, sobre todo considerando que los modelos y programas aplicados en poblaciones indígenas, han detonado procesos de cambio socio-cultural de los involucrados, en este sentido el planteamiento del modelo, debe priorizar los factores relacionados con valores culturales, de modo que estos no sufran impactos negativos.

FUENTE: Tesis MDR Ángel M. Espinoza, abril 2009.

Raramuris

miércoles, 22 de septiembre de 2010

RECOMENDACION DE LA FAO-SAGARPA

ELIMINAR LA DUPLICIDAD DE LOS PROGRAMAS DE ATENCIÓN
Hay un alto grado de duplicidad en los programas de apoyo agropecuario, y en muchos de ellos también falta claridad sobre su población objetivo. Éstas son conclusiones a las que llega el informe oficial Análisis de los instrumentos de política agropecuaria, rural y pesquera en México, generado conjuntamente por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Secretaría de Agricultura (Sagarpa).
El texto concluye que: “Se recomienda que la Sagarpa sea la única dependencia que otorgue subsidios para la adquisición de bienes de capital para el desarrollo de actividades productivas agrícolas, pecuarias, pesqueras y acuícolas (…)”, aunque hace una excepción al señalar que esto “no tiene como propósito evitar que otras dependencias otorguen subsidios para la adquisición de activos productivos e infraestructura que sea amigable con el medio ambiente”.
Así, la recomendación implica la eliminación de los programas de otras secretarías o dependencias que incluyen apoyos para bienes productivos, como los del Fondo Nacional de Empresas de Solidaridad (Fonaes); el ProÁrbol; la Comisión Nacional del Agua (Conagua); los Fondos Regionales Indígenas y el Programa de Coordinación para el Apoyo a la Producción Indígena (Procapi) de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI); el Programa de la Mujer en el Sector Agrario (Promusag), el Programa Joven Emprendedor Rural y Fondo de Tierras de la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA), y la vertiente productiva del Programa 3x1 para Migrantes, entre otros.
Dice: Un ejemplo de las duplicidades identificadas es el hecho de que el Programa de Fondos Regionales Indígenas otorgó subsidios para que un grupo organizado de productores adquiriera una despulpadora de café. Este tipo de acciones, que contribuyen a la capitalización de las unidades económicas en el medio rural, también son apoyadas actualmente por parte del Programa para la Adquisición de Activos Productivos de la Sagarpa.
Incluso menciona al Proyecto Estratégico de Apoyo a la Cadena Productiva de los Productores de Maíz y Frijol (Promaf), que es operado por el Fideicomiso de Riesgo Compartido (Firco), el cual está en la estructura de la Sagarpa. El informe dice que el Promaf entrega apoyos a los productores del medio rural para la adquisición de infraestructura y equipo de acopio, manejo y conservación, ya sea de maíz y/o de frijol. Este tipo de apoyos para infraestructura básica productiva, que permite almacenar y generar valor agregado a la producción primaria, también lo otorga el Programa para la Adquisición de Activos de la Sagarpa.
Sin embargo, el documento no menciona el hecho de que el Programa para la Adquisición de Activos es descentralizado. Ello es relevante dado que, por las diversas características y compromisos de los gobiernos de los estados, se ha visto un desempeño muy desigual en la práctica de este programa, sobre todo en la capacidad para apoyar a los productores de bajos ingresos –según muestran evaluaciones oficiales de muchos años, producto de la misma asociación FAO-Sagarpa, (disponibles en: http://www.fao-evaluacion.org.mx/pagina/ informe-evaluacion-programas).
Además, estas nuevas recomendaciones no citan ningún estudio de evaluación de desempeño de las diversas dependencias implicadas, así que no toman en cuenta la calidad de los programas existentes. No consideran relevante su muy variado grado de cobertura de las poblaciones objetivo, ni las capacidades de cada programa para apoyar en la práctica a grupos específicos, como mujeres campesinas, indígenas o jóvenes. Sin embargo, según este informe, la capacidad de la Sagarpa para atender todo lo productivo es “evidente”.
FUENTE: La Jornada del Campo: http://www.jornada.unam.mx/2010/09/18/fao.html
También está disponible en: http://www.subsidiosalcampo.org.mx/mexico/pagina/organizaciones-internacionales-y-el-sector-rural/
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