EL DESARROLLO RURAL EN MÉXICO

LOS PARADIGMAS DEL DESARROLLO RURAL EN MÉXICO.


jueves, 16 de septiembre de 2010

NO EXISTE UN “INDÍOMETRO”

La palabra ’indígena’ procede del latín inde (‘de allí’) y genus, ‘nacido’, ‘originario’. En el latín corriente, «indígena» es todo aquel originario de un lugar, por tanto, carece de sentido hablar de «indígena» en general sin adjetivar al contexto.

El indigenismo al que nos referimos es aquel que piensa que los indígenas tienen unos derechos por ser originarios de un lugar. Esto esconde un racismo más o menos larvado por un motivo evidente: hoy día los descendientes de españoles llevan ya múltiples generaciones habiendo nacido en América y mezclándose con la población que encontraron al llegar. ¿Cuántas generaciones tienen que pasar para que uno sea declarado «indígena»? Si lo que hace indígena no es el lugar de nacimiento, ¿qué es? Pues la raza. Algunos indigenistas niegan este punto y afirman que no es la raza, sino la cultura de un pueblo. Pero esto es falso, pues si observamos detenidamente, la mayoría ve como una pérdida el contacto con las culturas que ellos llaman coloniales. Si alguien cuyos ascendentes eran aztecas ahora habla español y es católico, ¿qué lo diferencia de un mexicano cuyo bisabuelo fuera español y que habla español y también es católico? Sólo si pensamos que la cultura va ligada a la raza podemos mantener que ese descendiente de aztecas «ha perdido su cultura» al nacer. Pero de hecho, no la tenía. Nadie «nace con cultura», pues toda cultura es impuesta. Esto no es ni bueno ni malo. Simplemente es así. Los hijos de los guaraníes no nacen sabiendo guaraní; el guaraní es tan impuesto al nacer como pueda serlo el español. Por tanto, detrás de la defensa de culturas perdidas se esconde la vinculación peligrosa y reaccionaria de la cultura con la raza pues se piensa que la pérdida de ciertos rasgos culturales va en detrimento de un «pueblo» que hay que conservar. Pese a que muchos pasan por críticos del colonialismo occidental, resulta que se han tragado el mito del «Espíritu del Pueblo» germánico.

Todos somos indígenas. Todos somos originarios del continente americano. Ya tengamos por ascendientes a aborígenes, como a españoles, italianos, chinos, portugués, &c. No podemos definirnos por pertenecer a un continente diciendo que «todos somos americanos», sino que hemos de definirnos mediante nuestra pertenencia a una civilización que trasciende las culturas particulares y desborda el estricto marco de las razas. Pertenecemos a una civilización cuya escala de conformación son las Naciones políticas: somos argentinos, norteamericanos, mexicanos, colombianos, peruanos, ecuatorianos, brasileños, españoles, chilenos, venezolanos, cubanos, &c.

Por supuesto que las tradiciones culturales siguen existiendo pero estas tradiciones no son sustancias homogéneas como masa indiferenciada sino que están formadas por múltiples tradiciones culturales que hay que confrontar diferenciándolas una por una. ¿Es inferior una comida cuyo origen sea maya, pongamos por caso, a la «comida vanguardista» de los pequeñoburgueses europeos? No, un plato cuyas raíces estén en los aborígenes americanos no tiene por qué ser inferior, como comida, a los delirios de cuatro aburridos europeos que no saben que inventar para estafar a sus congéneres. ¿Es inferior la ideología de la Pacha Mama al marxismo-leninismo? Pues sí, porque el marxismo-leninismo hunde sus raíces en potentes tradiciones teóricas, como afirmó Lenin, en el Idealismo alemán —el protestantismo luterano y la importancia de la subjetividad—, el socialismo francés —el catolicismo como crítica a la propiedad y defensa del Bien común— y la Economía política británica —el anglicanismo y su defensa del trabajo como fuente de riqueza. Lo dicho para el marxismo-leninismo vale para la filosofía católica hispana: la escolástica española que tan buenos seguidores tuvo en el continente americano es superior a la ideología de la Pacha Mama porque recoge la tradición judía, la tradición helenística, la tradición islámica —dialécticamente confrontada con el averroísmo—, &c. Todas estas tradiciones ideológicas son superiores a la Pacha Mama porque han conformado potentes Ideas que han desbordado su génesis social. El marxismo no pertenece a los alemanes, el leninismo no pertenece a los rusos ni la escolástica española pertenece a los españoles de la Península.

Lo dicho para las ideologías vale para la propiedad. No se puede confundir la génesis social o histórica con la estructura actual. El noble aristócrata del Antiguo Régimen europeo decía poseer sus títulos por pertenecer a un noble linaje vinculado a unos territorios que heredaba por derechos de sangre. Los defensores del indigenismo piensan que los que ellos llaman indígenas se merecen sus tierras porque hace siglos les pertenecieron y ellos son sus descendientes biológicos. La propiedad es del que pueda mantenerla por la fuerza. Si los Iberoamericanos queremos ser dueños de nuestro destino político no es porque tengamos un metafísico derecho sobre la tierra sino porque tenemos un derecho político como miembros de unas Naciones políticas que han surgido tras Revoluciones políticas.

FUENTE: http://www.elrevolucionario.org/rev.php?articulo1543

15 de septiembre 2010.

indigenismo1

2 comentarios:

Unknown dijo...

Este artículo demuestra del autor la falta de preocupación para traer a colación el verdadero concepto que se tiene de la tierra por parte de muchas culturas indigenas. No es sólo una cuestión mercantil, va más allá........Para ello debes profundizar y saber más lo que significa la madre tierra.
En la actualidad, es efectivo que el poderoso es capaz de ser dueño de tierras, ya sea porque es más fuerte o más rápido. Pero no hay que mirar un solo lado de la moneda.... debes comprender el sentido y alcance de lo que significa vivir en comunidad, en tierras, en rios, en libertad para ciertas etnias,donde jamás conocieron los papeles (escrituras).

MTRO. ANGEL MARTIN ESPINOZA FLORES dijo...

Totalmente de acurdo estimado Alex, hay que haber vivido en las comunidades, compartir con ellos el pan, la cultura, el trabajo, en fin toda una forma de vida pletórica de maravillas, de sorpresas y de conocimiento; aun así hay que considerar lo positivo que el autor plasma en su articulo, seria bueno que lo leyeras completo en la referencia que se inserta al final del articulo. Saludos cordiales.